LA INMERSIÓN Y EL DESARROLLO Y APROVECHAMIENTO DE LOS REFLEJOS
- La inmersión y los reflejos que el niño conserva en los primeros meses de vida son la base de los beneficios que más tarde podrá alcanzar el lactante con la práctica de esta actividad.
- La inmersión total se considera indispensable en el proceso de desarrollo y adaptación. Ésta se lleva a cabo en las primeras etapas, pero siempre va precedida de un ejercicio de sumergir al niño
por encima del labio superior para que el bebé cierre la boca en contacto con el agua: el infante debe mantenerse en esa posición durante uno o dos segundos y luego el padre deberá reconfortarlo para
darle seguridad.
- Solo debe realizarse cuando el bebé este tranquilo, relajado y sin brusquedad, en estas condiciones la experiencia no debe ser traumatizante.
Equilibrio acuático: Este reflejo se ve favorecido por la flotación inherente del recién nacido. El bebé en el agua reacciona con sus reflejos innatos de supervivencia
de manera global
Flotación: En la posición dorsal (decúbito supino), el equilibrio se consigue por la conjunción de los siguientes movimientos instintivos:
- reflejo del moro (brazos abiertos),
- reflejo de enquizamiento cervical (ante el desequilibrio o pérdida de apoyo caudal) y búsqueda de la estabilidad pélvica
Propulsión : Sería más conveniente hablar de "Movimientos espontáneos que provocan un desplazamiento", es lo que hemos englobado como "Reflejo subacuático, de sumersión o
buceo". Este es una modificación del reflejo de Landau adaptado al medio acuático: Al sumergir a un recién nacido en posición ventral (decúbito prono) observamos que de manera instintiva se provocan
el conjunto de siguientes reflejos:
- enderezamiento cervical,
- reflejo glótico o de protección respiratoria y
- movimientos de flexo-extensión rudimentarios (acción propulsiva), que engloban todo el eje axial y sus segmentos.
Junto a la flotación propia de su cuerpo, el crío ascenderá hacia la superficie.
Reflejo natatorio: Son movimientos de brazos y piernas con cierto carácter rítmico que se realizan cuando sujetamos al pequeño por los costados y lo ponemos en contacto
con la superficie del agua en posición ventral (decúbito prono).
Reflejo de Chapoteo o Hidropedal : Viene a ser la Reacción de Bauer o "marcha automática en el agua". Probablemente es una manifestación de placer, con la agitación
propia del bebe al patalear, por reconocer el medio líquido. Se deben hacer estudios que confirmen esta conducta. También se deberá tener en cuenta la temperatura del agua.
Reflejo de protección de la respiración : Es sin duda el reflejo más importante del bebé para la práctica de esta actividad y es muy trabajado en los primeros meses para
favorecer la inmersión del infante. Consiste que, ante presencia de agua en las vías respiratorias, el niño activa un mecanismo de defensa mediante el cual cierra las vías aéreas altas. Es un
comportamiento trabajado en la Educación Física precoz. Desaparece a los 7 u 8 meses.