- EVALUACIÓN DEL ACCIDENTADO: Se denomina así al reconocimiento del accidentado, en el lugar de los hechos, enfocado a detectar lesiones o situaciones potencialmente peligrosas
para su vida.
- Es necesario que la actuación sea sistemática y secuencial. Se debe seguir escrupulosamente el procedimiento descrito a continuación, sin pasar al siguiente escalón antes de haber completado el
anterior.
- 1ª FASE: EVALUACIÓN PRIMARIA.
- Identificación de situaciones que puedan suponer una amenaza inmediata para la vida de la persona. Siempre por este orden:
- - 1º Valorar la consciencia (si está consciente, podemos suponer que respira y que el sistema circulatorio funciona): responde o no a estímulos
- - 2º Valorar la respiración (si respira, podemos suponer que su corazón late): si falta, intentar restablecerla, Reanimación Cardiopulmonar (R.C.P.).
- - 3º Control de circulación: hemorragias importantes
- 2ª FASE: EVALUACIÓN SECUNDARIA.
- Tras asegurar las funciones vitales, debemos tratar de detectar otras posibles lesiones. Para ello realizaremos una exploración detallada y sistemática desde la cabeza hasta las extremidades,
buscando heridas, fracturas, hemorragias, quemaduras, movimientos torácicos anormales, etc. para poder aplicar los cuidados necesarios. Pa no olvidarnos de nada podemos seguir el siguiente
orden:
CABEZA
Cuero cabelludo y cara. Coloración de la piel.
Otorragia. Hematomas, epistaxis (signos de fractura).
Lesiones oculares.
Fractura / luxación del maxilar inferior.
Fractura nasal.
CUELLO
Inmovilizar a la más mínima duda.
TÓRAX Y ABDOMEN
Heridas y contusiones.
Dolor abdominal.
Dolor torácico.
Hemorragia interna.
Palpación de costillas y esternón.
Palpación de clavículas.
EXTREMIDADES
Heridas, contusiones.
Puntos dolorosos.
Deformidades.