1.-Prevención:
Es el conjunto de medidas que se ponen en marcha para evitar ahogamientos y accidentes acuáticos o en el entorno del agua, es muy difícil determinar sus resultados ya que como los accidentes no
llegan a ocurrir no se puede cuantificar ni registrar sus resultados.
- Más vale prevenir que salvar.
- El mejor socorrista no es el que más salva sino el que menos intervenciones tiene que realizar.
Para poder prevenir debemos:
- Identificar riesgos.(reconocimiento continuo del entorno, los usuarios y las acciones).
- Controlar esos riesgos. (señalizando, educando, imponiendo normas, vigilando)
- Eliminar los riesgos. (retirada de objetos, personas, balizando, etc.)
Existen varias ámbitos sobre los que actuar:
Informar:
In situ, es decir en el propio lugar de baño.
A distancia, es decir en medios de comunicación.
Educar: dirigido a través de un proceso educativo a la población con la
que trabajamos. Planes educativos, escuelas de natación, etc.
Información en el propio lugar de baño: Se puede realizar a través de carteles informativos indicando consejos básicos para evitar accidentes y ahogamientos en los
lugares de baño.
Debemos conocer e incluso participar en la elaboración del RRI (reglamento de régimen interno) en el que figurarán: OBLIGACIONES. PROHIBICIONES. RECOMENDACIONES
En todas las instalaciones se debería indicar en un lugar bien visible por algunas de esas recomendaciones, obligaciones y prohibiciones.
Ejemplo: Cartel editado por la fundación IDISSA
2. Vigilancia:
Identificar un caso de ahogamiento antes o en el momento en que sucede ayuda a tomar las medidas acertadas lo antes posible y así evitar males mayores. Es necesario que el socorrista conozca
e antemano las situaciones y elementos que pueden ser peligrosos en las zonas de baño. Para ello habrá que vigilar con especial atención tanto fuera como dentro del agua:
Fuera del agua:
- Personas mayores y niños.
- Personas obesas y con aspecto cansino que generalmente tiene muy
mala condición física.
- Personas con exceso de alcohol.
- Personas que entran en el agua con objetos flotantes que se
confían en ese objeto y pueden llagar a estar en situaciones de peligro.
- Personas que entran en el agua de forma brusca, dando saltos,
corriendo e incluso gritando.
- Extranjeros, turistas y personas nuevas en la zona de baño que no
conocen los peligros de la misma.
- Grupos grandes que llegan a la playa.
Dentro del agua:
- Al observar expresiones en la cara de desesperación y susto.
- Ver que alguien se hunde y vuelve a flotar.
- Cuando una ola cubre la cabeza de un bañista que está mirando para la arena
y no la ve venir.
- Cuando nada y no se mueve del lugar.
- Cuando vemos a alguien con el pelo caído sobre la cara.
- Cuando alguien mueve los brazos en el agua de forma descontrolada.
Características para una vigilancia eficaz:
- Debe abarcar la mayor zona posible de baño (silla o plataforma elevada),
sin obstáculos que nos impidan ver.
- Debe hacerse con el mayor número de medios humanos y auxiliares posibles
(barca, prismáticos, silbato, emisora). El número de socorristas dependerá de: configuración de la zona de trabajo, nº usuarios, tipo de equipamiento,
actividades que se desarrollan.
- Debe hacerse desde una zona con fácil acceso al lugar de baño o bien a los
medios auxiliares.
- Debe hacerse en condiciones optimas para el técnico en salvamento (sillas
estables, sombrilla...).
- Adecuada comunicación.
Tipos de vigilancia:
- Estática: el socorrista tiene su zona que conoce a la perfección aunque puede llegar a disminuir la atención o relajarse en exceso
- Dinámica: vigilar patrullando la orilla, hay más contacto con el usuario, mas comunicación aunque se puede llegar a descompensar la vigilancia o ser distraído por los usuarios.
Estrategias de control de la zona:
- Control total: todos los socorristas vigilan toda la zona.
- Control restringido: cada socorrista vigila una zona específica.
- Control combinado: unos socorristas realizan control total y otros restringido en zonas especialmente peligrosas.
Es conveniente adecuar la vigilancia a la regla 10:20
Ser capaz de observar toda el área en 10”
y tener acceso a cualquier eventualidad en 20”.
ZONIFICACIÓN DE LAS INSTALACIONES
Vamos a diferenciar tres zonas en las instalaciones con piscinas, que debemos tener en cuenta:
- La Zona de Peligro, será aquella en la que teóricamente existe un mayor riesgo de accidentes graves. Usualmente será la zona más profunda de la piscina y la de transición entre ésta y la menos
profunda. Sobre ella se deberá mantener una presencia de Socorristas realizando vigilancia contínua y extremarse las medidas de prevención.
- La Zona de Riesgo incluye la parte menos profunda de las piscinas de adultos, las piscinas infantiles, y las partes de las zonas que estén situadas cerca de las piscinas con acceso directo desde
las mismas, especialmente las zonas de ocio infantil.
- La Zona Neutra la compondría el resto de la instalación, accesos, zonas deportivas, vestuarios, aseos, equipamiento hostelero, etc. Sobre esta zona el Socorrista no tiene responsabilidad en
cuanto a la vigilancia, aunque si debe efectuar labores de prevención mediante la formación de los responsables y empleados de las instalaciones, así como la información a los usuarios para un uso
responsable y las conductas a seguir en casos de emergencia.
TURNOS DE VIGILANCIA:
- El cansancio físico y la fatiga mental hace que sea conveniente un sistema
de rotación y descanso.
- Dependerán del número de socorristas disponible.
- Nunca dejar zonas de vigilar en los cambios de tuno.
- Hacer cambios como máximo cada 2 horas.